'Tierra de nadie'
La oncología es el área médica que se encarga de buscar y aplicar el mejor tratamiento posible cuando se detecta un cáncer. Actualmente se cuenta con una especialización bastante buena, que hace que cada vez se vaya hablando de cifras más altas en cuanto a la supervivencia de los enfermos.Sin embargo, aunque España cuenta con muy buenas unidades pediátricas, hay una edad, generalmente situada entre los 14 y los 25 años que se encuentra en una 'tierra de nadie', en el sentido de que "estas personas presentan un tumor que tiene mucho de niño, pero su aspecto y su mentalidad se parecen más a las de un adulto", explica Enrique Pérez-Castro, director médico de la Clínica La Luz. Por ello, "se necesita un cambio en el tratamiento por la psicología del paciente", agrega el doctor.
A pesar de que el cáncer es poco frecuente a estas edades, hablamos de unos "250 afectados por cada millón de habitantes", asegura Luis Madero, responsable de la Unidad de Oncología del Adolescente y Adulto Joven de la clínica. Dicho esto, y aunque los tumores en esta edad presentan una patología muy similar a los de la etapa infantil, "el abordaje médico debe ser diferente que en niños o adultos", destaca el experto.
Distintas prioridades
La principal problemática de los tumores a edades tempranas es que se diagnostican a destiempo, por lo que aunque sean, por lo general, menos peligrosos que los que afectan a los adultos, pueden encontrar mayores complicaciones. A este dato hay que unirle la escasa investigación que hay en cuanto a la incidencia del cáncer en personas adolescentes. Todo esto, termina incidiendo en que las cifras de supervivencia al cáncer en este segmento de edad, hayan experimentado menos avances que en otros.Por otro lado, además de la propia naturaleza del tratamiento, hay que entender "que las emociones y las expectativas de vida de estas personas son diferentes", explica Felipe Calvo, experto en oncología radioterápica. Con esto se refiere a que hay que intentar evitar o reducir las secuelas al máximo y, en el caso de necesitarse, emplear una radioterapia muy precisa. Sólo de esta manera se consigue no vulnerar su capacidad reproductiva e interferir lo menos posible en sus planes y preparación a la nueva vida adulta.
Hoy en día, gracias a los avances y la especialización médica, podemos hablar de que se han mejorado notablemente los índices de supervivencia al cáncer, por lo que unidades como esta, pueden sentar las bases de un mejor diagnóstico y tratamiento para ir optimizando paulatinamente esas cifras en todos los rangos de edad sin distinción.