Debido al incremento de determinadas hormonas, como la gonadotropina coriónica humana, en sus siglas hCG, la progesterona y el estrógeno, durante el primer trimestre las sensaciones de nauseas y vómitos son muy comunes. Principalmente debido al efecto de la progesterona el sistema digestivo se volverá más lento, produciendo el llamado “estomago perezoso”.
Al final del primer trimestre las náuseas van desapareciendo, pero durante el segundo trimestre, el feto continua creciendo, por lo cual se adaptan los órganos internos; comprimiendo los intestinos y el estómago.
A consecuencia de esta adaptación, en los intestinos se reduce el tránsito de desechos para incrementar la absorción de nutrientes, esto puede conllevar al estreñimiento, a un incremento en la población de bacterias intestinales y a una mayor producción de gases. Estas flatulencias pueden resultar incontrolables debido al efecto relajante que tiene la progesterona sobre los músculos intestinales.
Durante el embarazo aumentan los problemas digestivos.
Debido a que el cuerpo trata de absorber mayor cantidad de nutrientes descomponiendo mejor los alimentos, modifica los procesos de los órganos que intervienen en la digestión, resultando afectados el esófago, el estomago, el hígado, el intestino delgado, la boca y el ano.
La reproducción celular del feto, los cambios hormonales y físicos de la madre requieren una gran cantidad de energía y materiales que deben ser aportados por la nutrición.
El estreñimiento durante el embarazo
Puede presentarse estreñimiento en el embarazo, ya que el sistema intestinal se vuelve más lento por la acción de los niveles de progesterona. Las mujeres embarazadas pueden llegar a evacuar con una frecuencia menor a 3 veces por semana, e incluso presentar dolor, distensión abdominal y gases.
El consumo de hierro como suplemento durante el embarazo también contribuye al estreñimiento. Te puede interesar ver el artículo: Vitaminas recomendadas en el embarazo.
¿Cómo prevenir el estreñimiento y los gases?
Ya que la producción de gases está asociada a la acumulación de material fecal, hay que ayudar a los intestinos con las siguientes recomendaciones:
Aumentando el consumo de fibra, se aconseja ingerir diariamente sobre los 20 y 35 gr. Los alimentos ricos en fibra son las legumbres, los cereales integrales, las ciruelas pasas, los higos y las verduras.
Beber al menos 2 litros diarios de agua, evitando las bebidas azucaras que están contraindicadas para el estreñimiento.
Caminar mínimo unos 30 minutos al día, ya que favorece el movimiento intestinal y la digestión.
Beber zumos de frutas, preferiblemente de arándanos, naranjas, uvas y piña, ya que minimizan el efecto de inflación intestinal.
Evitar el estrés, tratar de relajarse y respirar profundamente cada vez que pueda. Esto puede reducir la cantidad de aire que absorbe el cuerpo con un impacto positivo disminuyendo los gases.
Si las medidas anteriores no resultan eficaces hay que consulta al ginecólogo y solo atendiendo a su prescripción se puede recurrir a laxantes y fibra especial. Cabe recordar que esta solución puede producir diarrea, con el consiguiente riesgo de deshidratación entre otras complicaciones.
¿Qué alimentos se deben evitar para disminuir los gases?
Está comprobado que el consumo de algunos alimentos puede agravar la producción de gases, tales como: el consumo de frituras, productos lácteos, espárragos, coliflor, repollo, espinacas, ajo, garbanzos, lentejas, pepino, chocolate o bebidas con gas. No te olvides visitar el artículo: alimentos prohibidos durante el embarazo.
Para disminuir los gases se aconseja reducir la cantidad de comida que come pero incrementando la frecuencia, también es conveniente que mastique lentamente y comer despacio.
Eso sí cada cuerpo es único por lo que uno mismo conoce qué alimentos en su dieta le hacen producir más gases.
¿Modificar la alimentación puede afectar al bebé?
Debido a que se está alterando la frecuencia de las comidas, reduciendo las porciones y eliminando algunos alimentos, se podría estar dejando a un lado algunos nutrientes muy necesarios para el bebé al tratar de reducir las flatulencias. La nutrición del bebé es la máxima prioridad, ni los eructos ni las flatulencias le afectan, por lo que es mejor ser precavido.
Recomendaciones generales
A continuación se enumeran algunos consejos para eliminar los molestos problemas digestivos en el embarazo:
Cocinar muy bien los alimentos ya sea al vapor, al horno o asados.
Consumir yogur después de cada.
Evitar masticar chicles, ya que se traga aire y empeora la acumulación de gases.
Beber agua durante las comidas puede empeorar la digestión, aumentando el reflujo gastroesofágico.
No fumar y no beber alcohol.
Consumir frutas diuréticas como la piña.
Al dormir es preferible hacerlo sobre el lado izquierdo y en posición fetal, para ayudar a expulsar con más facilidad los gases acumulados. Accede para ver el artículo completo ---> o la portada de Mamibicho.