Hace unos días publiqué una foto en Instagram que automáticamente se publicó también en Facebook y Twitter de un plato la mar de rico que preparé con Iván, y enseguida me llovieron comentarios pidiéndome la receta dada la maravillosa pinta que tenía. Y no es que yo sea una gran cocinera, digamos que soy apañada, me gusta improvisar y ser original pero es que hay platos que hablan por si solos, y muchas veces lo más rico es también lo más sencillo. Si a eso le sumamos que los peques puedan colaborar en su elaboración, ¡genial!.
Pero ¿Habéis visto qué cocinero más reguapo? Que tiemble Jordi Cruz, ¡Sí Chef!
A mis niños, como a la gran mayoría, supongo, les pirra la pasta. Da igual cuál sea o cómo esté preparada, les gusta en toda sus variantes. Pero Iván tiene locura con los macarrones, siempre quiere comer macarrones, si le digo que he preparado algu muy rico me dice "¿son macarrones?" ¡hasta sueña con ellos!. Digamos que en su ranking de preferencias, están en segundo lugar detrás de, como no, el ¡¡¡CHOCOLATE!!!. Así que una se busca la manera de variar recetas de pasta y hacer platos diferentes y originales.
Hacía tiempo que les tenía ganas a los macarrones gigantes, y un sábado haciendo la compra para la cena de nochevieja los vi en el super y ¡¡¡para mi!!!. Y el domingo 5 de enero los preparamos para comer antes de ir a ver la cabalgata, como os contaba en esta entrada.
Lo siento pero no hay fotos del paso a paso porque con mi super ayudante las manos no me daban para la cámara, pero hay foto del resultado final, que es lo importante. Pero vamos a lo que vamos, a la receta:
INGREDIENTES
- 24 macarrones gigantes
- 1/2 kg de carne de tenera (picada)
- 1 chorizo pequeño (mejor picado con la carne)
- 150 gr de bacon cortado en daditos o tiras pequeñas
- Sofrito o fritada
- 1 bote de Tomate frito
- 200 ml de Nata líquida
- Queso rallado
- Aceite de oliva
- Ajo
- Perejil
- Orégano
- Sal
Lo primero que haremos será preparar la boloñesa.
Para la salsa podéis elaborar un sofrito casero con cebolla, pimiento rojo y verde, tomate, calabacín y berenjena (al gusto, no son necesarios todos los ingredientes) o bien optar por los sofritos envasados que para estos platos resultan muy bien y ahorran tiempo. Yo soy muy práctica y siempre tengo sofrito envasado a mano, para no liarme mucho con cacharros e ingredientes, y más si cocino con mi minichef.
La carne también tiene su truco, sencillo pero efectivo. Yo la compro directamente en carnicería y pido que me la piquen con el chorizo, en supermercados también hay bandejas con este preparado y si no siempre podremos picar el chorizo en casa con la picadora o a mano con un cuchillo. La única diferencia es que picada la carne y el chorizo juntos quedan unificados textura y sabores.
Para cocinar la carne ponemos la cacerola a calentar con un chorrito de aceite de oliva mientras picamos un diente de ajo que rehogamos en el aceite. Cuando empiece a coger temperatura añadimos la carne picada con el chorizo, vamos moviendo la carne para que se cocine bien y para que no se quede apegotonada sino separadita y bien picada. A medida que va cocinado agregamos el bacon, y aderezamos con sal, perejil y orégano, la grasa del chorizo y del bacon nos dará jugo y dejamos que se cocine a fuego medio.
Cuando la carne pierda el aspecto de crudeza agregamos el sofrito casero o envasado y un poco de tomate frito, vamos calculando según queramos una salsa más abundante o más ligera. Dejamos cocinar unos 10 minutos más y reservamos.
Para cocer los macarrones disponemos una cazuela con 1l de agua, sal y un chorrito de aceite de oliva, llevamos a ebullición y una vez hierva echamos los macarrones y los dejamos cocer según indique el envase, una media de 15 minutos. Debemos vigilar que no se pasen ya que se rompen y entonces no podríamos rellenarlos.
Una vez cocidos los volcamos al escurridor y les damos un chorro de agua fría para cortar la cocción.
Mientras escurren ponemos en un cazo a calentar la nata líquida con el resto del tomate frito, a lo que añadiremos un poco de queso rallado para espesar la salsa y aderezaremos con un poco de sal, pimienta negra y nuez moscada.
El siguiente paso es el rellenado, momento en el que los niños pueden meter las manos en la masa y pasárselo pipa. Mientras, ponemos el horno a calentar a máxima temperatura para un gratinado rápido.
El rellenado es muy sencillo. Sobre la misma bandeja donde los vayamos a gratinar colocamos un macarrón de pie, y con ayuda de una cuchara pequeña los rellenamos con la boloñesa de tal manera que queden bien llenos y al ras, sin salirse, y así sucesivamente con todos los macarrones. Si hay alguno que se nos haya roto un poquito no pasa nada, se puede usar igualmente con cuidado de que no rompa más. Y si alguno se ha abierto entero, podemos extenderlo y rellenarlo como si fuera un canelón, no es necesario desecharlo.
Una vez rellenos todos podemos dejarlos de pie o acostarlos, a mi me gusta más acostarlos para el gratinado, los bañamos con la salsa que hemos preparado, cubrimos con queso rallado y ¡A gratinar!
Hummm, ¡Para chuparse los dedos!
Cuando lo saquéis del horno basta con servirlo, dejar enfriar un poco en el mismo plato y ¡A comer!
Esta receta se ha convertido en la favorita de mis niños, por rica y por divertida, y es que es una auténtica delicia de la que no dejarán ni una gota de salsa. Espero que a vosotros y sobre todo a vuestros peques os guste igualmente.
Y aquí los Masterchef Junior de la casa, posando delante de la cocina en la que comparten interminables horas de juego.
Entre fogones desde bien pequeños
¿Sabéis por qué posan? Porque resulta que como a Papá con esto de estar desempleado le ha dado por la cocina - siempre le ha gustado, pero ahora que tiene tiempo disfruta más de ella y nosotros servimos de conejillos de indias - los Reyes Magos decidieron hacerle un regalo de lo más especial para el que tuvimos que colaborar un poco.
Y éste fue el resultado...
Papá, el Masterchef de la familia
Un regalo muy especial que a Papá le gustó tanto que casi casi se le escapa una lagrimita de emoción. Y es que muchas veces, para que un regalo sea especial, no tiene que ser un gran regalo... Basta con que esté preparado, como cualquier receta, con mucho cariño.
Si algo podemos decir, es que la cocina ha unido aún más a esta familia. Nos hemos vueltos super fans de Masterchef, ese programa que ha conseguido unirnos a mi marido y a mi frente a la tele - porque tenemos gustos televisivos totalmente diferentes -. Hemos disfrutado estas navidades como niños, con nuestros niños, especialmente con Iván, viendo Masterchef Junior y alucinando con los pequeños grandes cocineros que son esos niños. Y disfrutamos metiendo las manos en la masa con nuestros peques, experimentando, haciendo galletas, bizcochos o unos simples macarrones.
Así que con esta receta realizada en familia y esta entrada, participamos en una promoción Madresférica de El Corteo Inglés, prometiendo dar buen uso de la cesta de productos que estamos deseando que nos toque.