Sabemos que Pablo tiene un retraso madurativo, tiene casi tres años y apenas habla. No puede subir escaleras, ni ponerse de pié, ni agacharse cuando se le cae algo al suelo.
Pero también sabemos que lo de hablar es seguramente por el bilingüismo, para niños bilingües es normal que empiezan a hablar con tres o incluso mas tarde.
El retraso madurativo puede venir de la mano del motor, porque hasta hace cinco meses Pablo no andaba y no podía investigar el mundo, ni interactuar como lo hace ahora.
Y lo del retraso motórico, como todos sabemos, es por nuestro amigo con el apellido francés, el señor Duchenne
Cuanto más grande fue la ilusión cuando nos dijeron que habían observado grandes avances en Pablo.
Es un niño que juega con sus amigos, que habla con ellos y le entienden, que hace todo lo que hacen ellos, hasta que se cansa. Entonces, como ya conoce bien sus limitaciones, pide ayuda a sus profes y, a veces, se va a la clase de los peques, a descansar.
También nos han hablado de su asombrosa habilidad de aprender canciones a la primera. Sí, así es, a la primerita. A veces escucha una canción por primera vez y al minuto ya canta el estribillo. Y, lo mas flipante, los canta hasta en inglés, con una pronunciación que a muchos de nosotros ya nos gustaría.
Y, lo más emocionante de todo, que sus amigos de la guarde le cuidan. Ellos saben (más bien sienten) que Pablo, a veces, no hace las misma cosas que ellos pero no le dejan fuera, le ayudan para que les acompañe.
Vamos, en resumen, lo que nos han dicho es que Pablo es uno más, uno de los niños de la guarde como todos los demás. Y eso es lo mejor que podíamos haber escuchado, la verdad.