Detección de casos de enuresis infantil
La micción involuntaria para poder considerarse como una enfermedad debe producirse en los niños que tienen ya una edad superior a 4 años, ya que son edades en las que aproximadamente ya se debió haber alcanzado la madurez orgánica, pudiendo controlar el esfínter. Además, debe darse con una frecuencia no menor a dos veces semanales, durante un periodo prolongado de 3 meses.
Tipos de enuresis Infantil
La enuresis puede ser de acuerdo al momento en que se produce; enuresis diurna es la menos frecuente, dándose en 1 de cada 10 casos, ocurriendo durante el día. se da más en las niñas que en los niños. y la enuresis nocturna, que se le denomina a la perdida de orina que sucede durante la noche, en el sueño del niño.
Además, puede ser a su vez primaria o secundaria; la primaria es cuando no se padeció previamente la enuresis. Y la secundaria cuando se da luego de atravesar un periodo sin volver a caer en la enuresis, el niño sufre una recaída que se prolonga en el tiempo.
Tratamiento
Superar esta enfermedad va a requerir de un esfuerzo tanto de los padres, del médico y del niño principalmente. La edad más adecuada, aconsejada por los médicos para comenzar con el tratamiento es la de 5 o 6 años.
La técnica más común utilizada es a través de la modificación de sus hábitos. Lo normal es que el niño acuda al baño 6 o más veces al día comenzando en el desayuno y finalizando al acostarse.
El diario de enuresis es esencial para realizar cambios y lograr hallar la dosis óptima y adecuada para cada caso. Este consiste en llevar un seguimiento, un recuento de veces y volumen en que el niño orina durante la semana. Además, con el diario, el médico puede observar los días en que el niño tiene el problema y ver cómo va el tratamiento.
Recomendaciones
Lo primero que debe hacerse es reconocer que se está ante un problema que debe ser tratado por un médico. Este especialista realizara exámenes físicos al niño, análisis de orina para estudiar las vías urinarias etc.
Se debe tener en cuenta además siempre si el niño se encuentra ante un estado emocional difícil, si tiene algún diagnostico psíquico, o si algo está sucediendo en su entorno familiar, que lo lleve a tener incontinencia urinaria.
Sumado a esto, podemos aconsejar consumir líquidos mayoritariamente por la mañana, menos por la noche y nada antes del momento de ir a dormir. Así como evitar sopas, leche, yogures durante la noche y evitar más de 10 horas de sueño.