Las prisas por hacer algo rápido, pensar que sea adecuado para los niños, que les guste y sobretodo que cuando se lo pongamos en la mesa no nos mire con cara de "esto no lo quiero".
Estos consejos pueden resultaros útiles para elaborar comidas apetitosas, nutritivas y saludables.
- Es importante que la comida sea jugosa y de textura cremosa para que les facilite la masticación
- Cocinar con olla a presión suaviza las texturas de las carnes a la vez que es una técnica higiénica de cocinar.
- Las sopas son muy bien aceptadas por los niños y podemos enriquecerlas añadiéndoles carne, pescado, huevo o jamón finamente picados.
- Los purés resultan más gustosos si les añadimos queso o leche.
- El sofrito de tomate y cebolla podemos suavizarlo si además le añadimos calabacín y lo trituramos todo, quedando una salsa más cremosa.
- Otra manera de cocinar verduras, patatas, pasta, huevos, carnes, pescados... es utilizando salsa bechamel hecha con aceite, harina, sal y leche.
- Las croquetas fritas y la pasta de croquetas gratinada son otras preparaciones bien aceptadas y una manera de incorporar pescado o carne a la alimentación.
- El pescado podemos ofrecerlo hervido o frito y combinarlo con otros alimentos. Otra manera de cocinarlo es al horno con una base de patata, cebolla o cualquier otra verdura. También podemos añadirle leche para suavizar el gusto y la textura.
- Aprovechando que las tortillas son uno de los alimentos más fáciles de masticar, pueden resultar una buena base para introducir las verduras.
- Los mejores postres que podemos ofrecerles son las frutas y los productos lácteos. Y una opción puede ser combinarlos. Podemos crear un postre vistoso y divertido a la vez que ofrecemos la fruta. Por ejemplo un batido de fruta y leche, flan decorado con frutas...
Y lo más importante, utilizar la imaginación y el buen gusto para presentar los platos de manera atractiva. Con formas y colores alegres siempre serán mejor aceptado que los mismos alimentos servidos simplemente.