El ritmo de hoy en día es una locura. Todos creemos que así es, y hablamos de querer bajar el ritmo, de vivir más “slow”, pero la mayoría nos vemos arrastrados a él como si no pudiéramos cambiarlo. Algunos se van a vivir a un pueblo, a ciudades más pequeñas, pero a veces ni siquiera esos cambios ayudan. El trabajo, las tareas del hogar, los compromisos familiares, personales, de los hijos. Son demasiadas cosas en tan solo 24 horas.
Si nos lo proponemos, ¿somos capaces de parar 15 minutos cada día?
Yo, personalmente, llevo años intentándolo y no lo consigo. Parece fácil. Son 15 minutos. Pero cuando tengo 15 minutos libres, o me pongo a mirar el móvil, o me pongo a leer, o a ver la tele, o me estiro en el sofá soñando con 15 minutos de siesta. Quizá descanso, pero no paro. Mi mente, no para de pensar, en lo que tengo pendiente, en lo que haré mañana, en lo que no hice ayer.
3 años atrás, para obligarme a bajar el ritmo y relajarme, empecé a hacer kundalini yoga Ir una vez a la semana me permitía saber que durante 90 minutos iba a estar con atención plena, sin pensar en nada más (aunque me costó algunas sesiones lograr ese efecto) Pero después pensé en hacer yoga en casa el resto de los dias, y no funcionaba. No lograba encontrar el momento. Pensé que quizá era porque una sesión de yoga por muy breve que sea, siempre te llevará 30 minutos, y decidí meditar. Pero he probado muchas aplicaciones y, la verdad, no consigo hacer dos sesiones seguidas.
Después de un tiempo sin hacer yoga, retomar mis clases me hizo recordar mi intención por meditar. Reconozco que a días, a momentos, sí que practico el mindful walking, por ejemplo. Eso me resulta más sencillo. O cuando juego con las terremoto, me concentro y se me olvida lo demás. Pero quería meditar cada día en la noche, como una rutina, y eso, no lo logro. Esta vez, como ayuda, me decidí a probar la aplicación Siente.
¿Por qué necesito una aplicación? Porque ayuda, a mi personalmente me ayuda mucho. Porque no es lo mismo sentarse y decir “voy a meditar” que ponerse a escuchar las instrucciones de la meditación guiada, concentrándote e ir dejando los pensamientos de lado. La aplicación te hace un cuestionario al principio, para medir tu bienestar. A raíz de ese cuestionario, la apliación adapta el programa adaptándolo a tus necesidades. Este punto no lo había visto en las que había utilizado antes.
A partir de ahí, tienes dos frentes distintos, las meditaciones guiadas diarias. La mayoría son de al rededor de 15 minutos, pero puede haber alguna de 5 y alguna de 20. Éstas se dividen en bloques, pasando desde los fundamentos como introducción, después la precisión, la flexibilidad y la confianza. Paralelamente, tienes ciertos ejercicios que se te proponen cada día. La apliación irá midiendo tu constancia tanto en las meditaciones como en los ejercicios y podrás mirar tus estadísticas cuando quieras. Los ejercicios parecen fáciles, pero el primero fue el que me demostró lo difícil que era si uno se deja llevar por el ritmo diario.
La aplicación me propone, desde la meditación del día 1, hacer una pausa cada día. Una pausa de un minuto aunque sea, parar y ser consciente, darse unos segundos para respirar y estar en el momento presente. Cuando empecé y me daba cuenta que los días pasaban y la app me hacía esa misma pregunta ¿te acordaste de hacer una pausa hoy? y yo… seguía poniendo que no y pensaba “cómo puede ser que no pare ni 1 minuto!”
Confieso que empecé con la aplicación, y me costó un mes hacerle caso. Hice la primera meditación, no le hice ni caso al ejercicio, dejé pasar los días, intenté empezar de nuevo, ….y así. Las estadísticas dejaban clara mi poca constancia. Yo que tengo la cabeza todo el día “rumiando”, por muchas ganas no lograba hacerme la rutina. A mi que me cuesta mucho meditar, me sorprende y me encanta el efecto positivo que tiene cuando me aplico y lo hago. Pero aplicarse… cuesta!
Después ya me he aplicado. Decidí que hacerlo todos los días no era posible para mí. Hay días que salgo, otros días me quedo dormida cuando acuesto a las terremoto, son cosas que me pasan. Y si me obligaba a que fuera cada día, al final me frustraba porque no lo conseguía. Decidí hacerlo día si y dia no. Si puedo dos o tres días seguidos, mejor, y así no me siento culpable si dos días se me olvida. El ejercicio intento acordarme todos los días, pues es bien breve. Y siempre que puedo, escucho la meditación guiada que proponen.
Con la aplicación de Siente me han pasado dos cosas. No sabría decir cual es la diferencia con otras aplicaciones, pero con esta no me quedo dormida a media meditación! Quedo relajada, y preparada para irme a dormir, por lo que prefiero hacerla por la noche en vez de durante el día, pero no me quedo dormida a la mitad, como me había pasado con otras que he probado.
El otro punto es que la siento sencilla. Las meditaciones van con la misma base y profundizando. Es como ir un pasito más allá en cada meditación pero de una forma bien sencilla. A veces no notas los cambios. Pero me he dado cuenta que acabo las sesiones y no me acuerdo de lo que estaba pensando cuando he empezado. Una vez pasadas las meditaciones introductorias (que son 7) te piden repetir el test, para ver si tu nivel de bienestar a cambiado. Como no recuerdas las respuestas anteriores, sorprende ver los cambios en tan pocos días.
De ahí, empieza la profundización, por días, cada día en un aspecto distinto y en las distintas áreas que mencionaba arriba. La meditación se mejora con la práctica, y con la app puedes ir profundizando de forma guiada conforme tienes el hábito y realizas más meditaciones.
¿Tu meditas? ¿Que apps has probado? Yo espero esta vez seguir con la rutina y mantenerla el resto del año. Si es así, actualizaré este post para contarte los progresos, que de momento no termino todas las meditaciones. Pero lo recomiendo, porque se duerme relajaaaaaado.