Es una frase que he escuchado mucho a muchas madres entre las que yo me incluyo. Siempre queremos que sean más mayores de lo que son para poder hacer más cosas con ellos o cosas diferentes de lo que hacemos en las – diferentes edades.
Mis “ganas de que crezca”
Estos son algunos momentos en los que he pensado que ojalá fuese más mayor para poder hacer cosas diferentes:
Cuando era lactante, ganas de que creciese para empezar la alimentación complementaría.
Cuando llegó la alimentación complementaria, ganas de que creciese para darle más cosas y que pudiera comer ya de todo.
Cuando empezamos a ir al parque y no andaba, ganas de que creciese más rápido para que pudiese subir a todos los toboganes y columpios.
Cuando sólo gateaba, ganas de que creciese más rápido para que empezase a andar y a correr y poder ir más libres por la calle y que disfrutase de andar junto a nosotros.
Cuando empezó a andar, ganas de que creciese para que entendiese que no puede correr por donde quiera, que no puede cruzar la calle por cualquier sitio porque le puede pillar un coche.
Cuando tira los juguetes y no hace caso, ganas de que crezca para poder razonar las cosas y que deje de hacerlo.
Cuando veo talleres chulos para peques más mayores, ganas de que crezca para poder apuntarle.
Pero un día te paras, le miras y te das cuenta que han pasado 2 años y 4 meses y que ese bebé que hace poco tenías en brazos, ahora es una personita y lo único que deseas es que el mundo se pare y siga siendo bebé.
Moraleja
Disfruta del momento. Esos momentos que deseas que pasen rápido son momentos únicos e irrepetibles y aunque no sean momentos bonitos, momentos felices y sean momentos en los que cogerías la puerta sin mirar atrás, son momentos que nunca volverán.
Aunque cueste verlo en algunos momentos, aunque se haga duro, disfruta de cada minuto.