El apego del bebé


Una aproximación al concepto de apego
El apego es el vínculo específico que se forma entre madre e hijo. Se trata de una relación física y emocional al mismo tiempo. Este vínculo provoca que el niño experimente sosiego, seguridad, paz y felicidad sólo por el contacto piel con piel con su madre. Por tanto, es la caricia la mejor forma de demostrar apego.

Aunque la teoría sostiene  que este concepto está únicamente reservado a madres e hijos, la práctica demuestra que con su progenitor el bebé también puede experimentar un vínculo muy, muy estrecho.

El responsable de que el apego supusiera un paso más allá en la crianza fue el afamado pediatra William Sears. Él aconsejó que criáramos a nuestros hijos bajo el mismo parámetro en el que lo hace cualquier animal: el contacto físico con sus crías.  Este método respetuoso y afectivo no implica en absoluto atender a todos los deseos de los niños sin contemplación y fomentar así, el individualismo o el egoísmo, sino todo lo contrario: mediante el respeto a las emociones de los niños, fomentamos su asertividad y autonomía.
 


La importancia de las caricias
¿Sabes lo importantes que pueden llegar a ser las caricias en el plano de la crianza? El simple gesto de una madre colocando su mano en la frente del bebé cuando éste está especialmente agitado o tiene molestias, le alivia notablemente y le hace sentir más seguro.

La caricia es un gesto que ponemos en práctica casi sin pensarlo,sin embargo, puede mejorar como si fuese una técnica. ¿Cómo? Aprender a hacerle masajes puede ser una gran idea. Como ya os contábamos en anteriores capítulos dar un masaje relajante a tu hijo, será motivo de confort y alegría para éste. 

Antes del masaje, puedes asear al bebé con  toallitas específicas para estas pieles tan delicadas. En este sentido, las toallitas Huggies® son la mejor opción, pues son las únicas que, gracias a la tecnología Coform están compuestas, en un 65% por fibras naturales para que la piel del bebé no sufra lo más mínimo. ¿El siguiente paso? Dále un masaje lleno de mimos y caricias. Se quedará como nuevo y dormirá ''del tirón''.
 


Otras formas de apego
Como decíamos, el apego se puede fomentar desde que el bebé apenas tiene días de vida. Para ello, basta con seguir algunas directrices importantes, como estas:

- Crea un clima de comunicación constante con tu bebé. Aunque éste no haya aprendido a hablar todavía, sí que puede expresarse mediante otras vías que tú deberás descifrar (balbuceos, sonrisas, caricias...incluso el llanto)

- Coloca la cabecita de tu bebé en tu pecho, justo a la altura del corazón. Escuchar tus latidos hará que  se relaje notablemente y la sensación de apego será total para ambos.

-Atiende a tu bebé siempre que éste llore. Sin exagerar ni obsesionarte por su sufrimiento, sí que merece la pena intentar entender el por qué de su lloro. Esta forma respetuosa de practicar  el apego tiene consecuencias muy beneficiosas. Tu bebé valorará sentirse tan atendido.

-Por último, te aconsejamos hacer caso de tu instinto maternal. Además de leer y de informarte sobre la crianza y la maternidad, apelar al sentido común como madre y hacer caso de lo que te diga tu instinto, suele ser efectivo. ¿Quién le va a querer y a cuidar mejor tú?

 
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