Me gusta ser madre, me ha gustado desde que empezó y me gusta que no vaya a terminar nunca.
Esta reflexión viene porque hace unos días, hablando con una amiga, me preguntó si sabiendo lo que sé ahora pudiese ir atrás en el tiempo, volvería a ser madre. La respuesta fue un simple y rotundo SÍ. No lo pensé, simplemente me salió.
La pregunta era porque hay mucha gente que después de haber tenido a sus hijos y ver todos los sacrificios y preocupaciones que supone, se “arrepiente”. (Todos nos acordamos de las declaraciones de Samantha sobre que tener hijos es perder calidad de vida…)
La maternidad no es algo para todo el mundo.
Creo que a día de hoy, aunque parezca mentira, sigue habiendo mucha gente que tiene hijos porque es lo que toca, es el siguiente paso y todo el mundo los tiene. Y eso no debería de ser así. Nadie debería de ser juzgado si no quiere tener hijos ni tenerlos por presión social. Porque es entonces cuando llegan las sorpresas.
El embarazo no es un camino de rosas para todo el mundo. Luego llega elposparto, es ese gran desconocido del que poca gente habla pero que es un golpe de realidad de dónde te has metido y que te recuerda que ya no hay vuelta atrás.
Y entonces llega ese día en que tu pulga empieza a balbucear. Llega el día en que se intenta poner de pie, que coge cosas ella sola y las mira, que te llama MAMÁ. Y entonces, todo eso que pasaste lo recuerdas, porque fue duro, pero fue la única forma de llegar donde estás ahora.
Hace casi dos años que me convertí en madre y ha sido algo tan maravilloso que no lo cambiaría por nada en el mundo.
Si pudiese volver el tiempo atrás quizás sí que cambiaría algunas cosas en estos dos últimos años, pero porque ahora sé cosas que antes no sabía. O mejor, ¿sabéis qué? que no cambiaría nada.Todas las cosas que sé ahora han sido a base de errores y hay que cometerlos para poder aprender de ellos.
Es cierto que exige un sacrificio y una renuncia a casi todo lo que tenías, eras y conocías (al menos en mi caso, que evidentemente, en cada uno es diferente). Pero para mí al menos, es algo que merece la pena, que compensa día a día.
A mí me gusta ser madre. ¿Alguien más por aquí?
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