La betaespera, esas dos semanas infinitas que sufren todas las mujeres que se someten a algún tratamiento de fertilidad. Si es tu caso, sabrás perfectamente de que te hablo, si no lo es (suerte la tuya) yo te lo explico.
La betaespera es el periodo de tiempo que pasa desde que se realiza una inseminación o una transferencia de embriones, hasta que se realiza un análisis de sangre para percibir la existencia o no de la hormona beta hCG (de ahí lo de betaespera) que nos dirá si el tratamiento ha sido exitoso y se ha conseguido un embarazo, o si por el contrario hay que seguir intentándolo.
La hormona hCG durante el embarazo
La hormona hCG es fabricada en un principio por el embrión poco después de realizarse la implantación e irá aumentando durante las primeras 12 semanas de embarazo, siendo la responsable de que aparezca esa segunda rayita en los test de embarazo.
Si alguna vez habéis oído hablar de un falso negativo en uno de estos tests caseros se debe a que la hormona hCG todavía no había aumentado lo suficiente como para ser detectada por el test de embarazo. Aunque en ocasiones esta hormona puede detectarse antes de la primera falta, lo ideal es esperar un par de semanas desde la ovulación para asegurarnos de que el resultado del test es real.
Síntomas durante la betaespera
Como os decía, esas dos semanas que tenemos que esperar para saber si estamos embarazadas o no, son infinitas. A mí se me hacían eternas, lo pasaba fatal, buscaba síntomas y no encontraba nada, y cuando lo encontraba no me parecía suficiente.
Son unos días complicados, con muchos altos y bajos, con días en los que te levantas muy positiva pensando que seguro que sí y días en los que tienes la certeza absoluta de que será un no. A nivel psicológico es muy duro.
A veces crees tener síntomas como pinchazos en los ovarios, mareos, nauseas, dolor abdominal o lumbar, pechos hinchados… en algunas mujeres se manifiesta más rotundamente y en otras apenas son apreciables. Yo soy de las segundas y es frustrante, muy frustrante.
Lo peor de todo es que cualquier síntoma que creas sentir normalmente no es real. Es consecuencia de la hormonación y medicación del proceso. La progesterona que debemos administrarnos durante toda la betaespera tiene unos efectos secundarios muy similares a los síntomas de embarazo, entre los que se incluyen todo lo mencionado anteriormente.
¿Conclusión? No podemos fiarnos de lo que sintamos durante esas dos semanas y no te alarmes si no sientes absolutamente nada porque en realidad, es lo más normal. Los valores de hCG durante los primeros días son muy bajos y los síntomas potentes no aparecerán hasta aproximadamente la semana 6. No obstante, esto no es matemático cada mujer es un mundo y habrá quienes tengan síntomas desde el minuto uno, y quienes no sepan lo que es una nausea en todo el embarazo.
Total, que a excepción de armarnos de paciencia, poco más podemos hacer. En mi caso, cada betaespera fue distinta, pero cuando conseguimos el embarazo de Olivia yo estaba tan en plan “esto no va a funcionar” que me olvide por completo del tema. No recuerdo síntomas de ningún tipo y ¡mirad el resultado!.
¡Mucha suerte a todas en vuestras betaesperas!
Y a las que ya habéis pasado por alguna betaespera, ¿cómo lo vivistéis?