Se trata de unos vasitos de fresas con yogur con un toque crujiente de la mano del crumble.
Es tan sencillo como lavar y cortar a trocitos pequeños unas fresas, colocarlas en un vaso con el yogur natural y coronarlo con unos trocitos de crumble.
Para hacer el crumble necesitamos:
harina
azúcar
mantequilla
la misma cantidad de cada ingrediente
Con la mantequilla hecha trocitos y bien fría, mezclamos con las manos con la harina y el azúcar hasta obtener una mezcla arenosa. No debe deshacerse la mantequilla.
Preparamos una bandeja con papel de horno y echamos encima la mezcla. Horneamos a 170ºC unos 8-10 minutos o hasta que empiece a ponerse dorado.
Una vez frío lo podemos romper en trocitos y utilizar para nuestro postre.
Yo preparé crumble con 50g de cada ingrediente y da para muchos vasitos ya que sólo pretendemos dar ese toque crujiente y no que sea la parte principal del postre.
Este tipo de postre es ideal para aquellos niños que les cuesta comer frutas ya que se puede utilizar cualquier tipo de fruta, pues todas encajan bien con el yogur.
El consumo de frutas es esencial para una alimentación equilibrada y saludable ya que nos aporta vitaminas, minerales, agua y fibra, además de otros nutrientes como los antioxidantes que nos protegen de enfermedades degenerativas.
Las frutas son imprescindibles en la infancia y la adolescencia.
¿Os animáis a prepararlos?