Llevas más de 3 años sembrando, con miedo, con paciencia, con constancia, con ilusión, con ganas, con una mezcla de experiencia y desconocimiento a la vez. Regando a diario. Quitando las malas hierbas haga sol, llueva o truene. Ahí estás tú, al pié del cañón. Sueñas con el resultado. Lo ves. Lo sientes. Está ahí.
De repente, las semillas se han convertido en unas diminutas plantitas de hoja verde. Chiquitas. Hermosas. Diminutas. Delicadas. Las proteges con amor. Les hablas y las alientas a seguir creciendo. Regando a diario. Quitando las malas hierbas haga sol, llueva o truene. Ahí estás tú, al pié del cañón. Sueñas con el resultado. Ahora si lo ves. Lo sientes. Está ahí. Ya ha brotado.
Tenías que estar pletórica. Dando saltos de alegría. Gritando al norte y al sur lo que ha nacido. Pero no. Un miedo te apodera y te impide gritar. Sonríes en silencio mientras tu corazón palpita a una velocidad inusual.
Pasan los meses y, de repente, una mañana, te encuentras los frutos colgando. Pero cómo han salido ya!? Tanto tiempo ha pasado?! Y, y, y… y ahí los tienes a ellos tan suculentos, tentadores, tan lindos ahí colgados. Tanto tiempo esperando…
Y, ¿ahora qué hago?
¿A qué se debe ese miedo? ¿Cómo es posible que me sienta temerosa yo? Con todo lo que he pasado, esto tenía que ser pan comido. Pero no. Me siento desconcertada. Miedosa. Templorosa. Asustada. Y muy ilusionada
¿Qué me pasa?
Me pasa que mi Ciclo Emocional está justo en esa fase de baja energía, en un momento que me pide soltar lágrimas, me vuelve crítica para conmigo misma y me hace sentir temerosa.
Gracias a este conocimiento y reflexión descubrí que, en este momento debo limpiar, soltar (escribiendo, cantando, caminando…) lo que no me conviene, esos sentimientos negativos y autodestructivos. Analizo todas mis críticas pero para resolver los problemas que me encuentro y no para juzgarme y criticarme a mi misma. Así consigo reconducirme hacia sentimientos liberadores que me permiten conectarme conmigo misma, con mi inconsciente y escuchar a mi intuición de un modo más creativo, constructivo, beneficioso.
Y ahí acaba esa fase para dar paso a la siguiente, y así semana tras semana. Que bonito es conocerse. Que satisfactorio es conectarse con lo que yo llamo, ciclos de 4 fases, todos relacionados entre ellos:
.- Primavera, Verano, Otoño, Invierno.
.- Agua, Tierra, Fuego, Aire.
.- Norte, Sur, Este y Oeste.
.- Amarillo, Rojo, Verde, Azul.
.- Un mes tiene 4 semanas.
.- La “regla” se compone de 4 fases: preovulación, ovulación, premenstrual, menstruación.
Toda esa conexión cíclica, ese autoconocimiento, me permite ver los meses de un modo mágico (y por lo tanto productivo)… y así lo quiero para todos los meses de mi vida:
1.- Semana de Renovación (semana previa a la ovulación): Energía que me eleva y me permite tomar acción de modo consciente.
2.- Semana de Expresión (semana de ovulación): Sacar ideas, resolver conflictos y sentirme radiante conmigo misma y con lo que quiero.
3.- Semana de Reconciliación (semana anterior a la regla)p: Necesidad de eliminar no lo que no conviene. Con ello me baja la energía por lo que aprovecho este momento para escucharme a mi misma, a mi intuición.
4.- Semana de Reflexión (semana con regla): Tomarme mi tiempo para reflexionar y analizar lo que tengo, recordar mi esencia y conectar conmigo misma y con mis prioridades.
5.- Y vuelta a empezar…
Es lo bueno de ser mujer, de ser cíclica. Y mejor sería si todas supiésemos en qué fase estamos y cómo nos beneficia todo ello, tanto a nivel personal como a nivel profesional.
No se rinde del mismo modo con la energía bajo mínimos que a tope y no por ello hay que dejar de lado lo que hacemos. Simplemente tenemos que cambiar la percepción de lo que hacemos y adaptarlo a nuestro estado. Así, rendiremos más y mejor. Así, seremos más productivas. Así, nos sentiremos mejor con nosotras mismas.
[Tweet “Ser mujer es maravilloso pero nos han hecho creer lo contrario”]
Nos han hecho creer que:
– Para conseguir la igualdad tenemos que ser mujeres con actitud de hombres.
– Para ascender tenemos que actuar, vestir y pensar como hombres.
– Para ser alguien en la vida tenemos que hacer lo mismo que hacen los hombres.
– Para dejar de ser “sucias” mejor dejar de “menstruar”. (Triste que los hombres no sepan que también tienes periodos en los que, la testosterona baja y sube según la fase en la que se encuentren).
Y sí. Queremos igualdad, ascensos, ser alguien en la vida. Pero como mujeres. Como lo que somos. Nosotras mismas. Y eso incluye: la regla, las tetas, las emociones, los cambios hormonales, la maternidad…
No podemos olvidar que las hormonas mandan (por lo tanto, mejor conocerlas), están ahí para y por algo y eso nos hace totalmente diferentes, complementarios, únicos.
Puedes comentar esta entrada o escribirme a yolandafortes@mamagolondrina.com si tu también quieres descubrir en qué punto estás.
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