Cuando tuve a mi hijo tenía claro que, al menos durante los 3 primeros meses quería darle pecho, no hay mejor alimento para un bebé que la leche materna. Pero a veces, por h o por b, no es posible ofrecerle leche materna o no es suficiente. Como a mí me practicaron cesárea, me tardó en subir la leche unas 48 horas, y el pobre pasó un poquito de hambre. Hasta ahí puede ser normal.
Una vez ya tuve la subida de leche, la verdad es que en el hospital me ayudaron mucho a darle el pecho, como buena madre primeriza no tenía ni idea de posturas, acumulaciones de leche, etc. y por lo visto vieron que generaba bastante leche, así que en principio el niño estaría bien alimentado, a pesar de que los primeros días perdió peso.
Una vez salí del hospital, continué dándole LM en exclusiva, pero empecé a detectar cosas que no me cuadraban, el niño estaba mucho rato enganchado a la teta (1h-1:30h), a veces se dormía y al rato lloraba, cuando no hacía mucho que le había dado el pecho, otras veces ni siquiera quería dormir, en cuanto lo ponías en la cuna lloraba...
A todo esto, había que sumarle que el niño ganaba peso pero muy poco a poco, asi que a pesar de que en los controles médicos no me lo dijeron, a las 3 semanas y media bajé a la farmacia a comprar un biberón y leche de fórmula. En cuanto llegué a casa leí la dosis que le tocaba, lo calenté, se lo dí, y gloria bendita... parecía que el niño puso cara de felicidad y todo, y durmió como un santo.
De todo este rollo que os he soltado, saqué varias conclusiones...
1- Los médicos a veces no son tan buenos médicos, o no son tan observadores como los propios padres.
2- Hay que hacer caso a todas las señales de comportamiento, conducta, etc. muchas veces indican alguna carencia de fondo o problema.
3- Nadie conoce tan bien a su propio hijo como sus propios padres, los médicos tienen mucha experiencia, pero no con nuestro hijo. No quiere decir que no le haga caso a su pediatra, pero hay que ser flexibles, cada niño es un mundo, y poco a poco vamos viendo lo que le conviene y lo que no.
4- Por último, el biberón no es tan malo. Creo que está muy mal visto, y no debería ser asi, precisamente, tardé en darle biberón porque no estaba segura de la decisión, me parecía una mala opción o un ultimátum, pero no tiene porqué serlo, y no lo es!
De hecho, hay gente que en el post-parto le cortan la subida de la leche porque no quiere darle pecho a su hijo, y no por eso es peor madre! es una decisión como cualquier otra... A veces por motivos ajenos, no es posible dar leche o no es suficiente alimento para el bebé, en cualquier caso se puede complementar con el biberón, pero no debe verse como una mala opción, si no como una alternativa.
Al final, lo que importa es que el bebé esté bien alimentado y crezca sano y fuerte.
Saludos!