Así, como quien no quiere la cosa, hace dos días me planté en mis 12 semanas de embarazo. Es curioso cómo cuando ves las dos rayitas parece todo tan lejano, parece que los días pasan más lentos, que las semanas se hacen de rogar... Y de repente ya estás casi finiquitando el primer trimestre.
Pues así exactamente me siento. Lo que parecía que no arrancaba de repente parece una lanzadera sin remisión. El embarazo avanza y me voy acercando casi sin darme cuenta a su ecuador. Qué vértigo.
Se me debería hacer más lento por el hecho de no haber podido disfrutar de la ecografía de las 8 semanas, como en mis anteriores embarazos. Pero esta vez no ha podido ser así y no me queda más que asumir que veré a mi Polvoroncill@ en las visitas pautadas del seguimiento del embarazo por la Seguridad Social, a excepción de la ecografía 4D que espero hacerme en Ecodadys.
Como en mis dos embarazos pude hacer seguimiento por privado también, cuando hablaba con alguna embarazada que sólo llevaba sus controles ecográficos por la Seguridad Social me preguntaba cómo podía aguantar tanto tiempo ente ecografía y ecografía. Creí que en mi caso me quedaría sin uñas, no tendría paciencia para esperar mínimo 8 semanas entre cada una de ellas. Pero ahora lo entiendo y sí, se puede. Que me encantaría haberme hecho la primera ecografía a las 8 semanas, pues sí, me moría de ganas. Pero que, quizás por la experiencia previa, lo he llevado bien y he tenido paciencia para esperar estoicamente a las 12 semanas, también.
El lunes es el gran día y, obviamente, ¡estoy deseando que llegue ya!. Ver a mi Polvoroncill@, saber que todo va bien, quedarme tranquila y, sobre todo, enseñarle la foto a sus futur@s herman@s, que están más impacientes que yo. El mayor no hace más que preguntarme "mamá, "¿cuándo vas a la ecografía"?, y por supuesto que nos pide venir, aunque eso ya va a ser que no. Porque en el hospital no le dejarían entrar en la consulta, y porque en el caso de que algo no fuera bien no sería buen trago que lo viviera directamente.
¿Y cómo me encuentro yo a las 12 semanas de embarazo?
Puedo decir que muy bien. Los síntomas y molestias que me acompañaron las primeras semanas parece que han desaparecido, tan solo acuso algo de cansancio y sueño pero por suerte no es algo que me incapacite. También continua la falta de apetito, teniendo en cuenta que yo soy muy comilona y me gusta todo, lo cierto es que a veces me olvido de que toca comer - pero siempre como ¿eh¿ no me salto ni una comida - y me sacio muy rápido.
Me apetece mucho todo lo fresco, sobre todo ensaladas y frutas, y es lo que más como. Tengo el frutero a rebosar y cada dos días atraco de nuevo la frutería del super. Será por eso que desde que comenzó el embarazo me mantengo en el mismo peso, así que no puedo quejarme. Como bien y sano, en ese aspecto me está sentando muy bien el embarazo.
La barriga va despuntando. No puedo usar mis vaqueros ni ropa que comprima la zona abdominal desde el comienzo del embarazo porque me molestaban sobre todo en el bajo vientre, suerte que tengo muchos vaqueros tipo jeggins con la cintura elástica con los que me voy apañando. Desde hace una semana ya me pongo pantalones y faldas premamá porque, al igual que en mis dos embarazos anteriores, la barriga me sale de muy abajo, y eso unido a mi sensibilidad en la zona abdominal - normalmente no soporto nada que me apriete de cintura para abajo, motivo por el que por ejemplo nunca uso cinturones o tengo que cortar las cinturilla de las medias - hace que necesite ponerme prendas que me ajusten lo mínimo.
No es barriga redonda de embarazada, sigue siendo un michelín cada vez más redondeado, eso sí, pero vestida ya se va notando.
Estoy en un momento muy gracioso. Va haciendo calor, salgo sin abrigo a la calle, tampoco es que me tape, sigo usando mi ropa como es normal, y la gente obviamente me ve más gorda. Y me mira. Las vecinas, los trabajadores del super, las mamás del colegio, vamos, la gente que más o menos me ve habitualmente. Me miran con esa cara de "uys, parece que está más gorda, qué barriga más sospechosa" pero por prudencia no se atreven a preguntarme. Supongo que a nadie le agrada decir "oye, ¿estás embarazada?" y que le contesten "¿es que me estás llamando gorda?".
Conste que alguna vez me ha pasado esto sin estar embarazada, porque yo jamás he sido vientre plano y menos tras parir a dos primores, y si la ropa además favorecía ver más volumen en la zona, alguien se atrevió a preguntar. Pero últimamente nadie me pregunta. En breve, será evidente y perderán el miedo a preguntarme, seguro. Mientras, me hacen gracia las caras que me ponen y yo si no pregunto no digo nada, que tampoco tengo que dar explicaciones y no es gente con quien tenga confianza para desvelar la feliz noticia.
Novedades en esta semana
Hace una semana recuperé mi Angel Sounds. Por si no lo conocéis, es un doppler fetal que te permite escuchar los latidos del corazón del bebé. Le di mucho uso en el embarazo de mi niña a partir de las 16 semanas aproximadamente, si no recuerdo mal. En esta ocasión pensé empezar a usarlo entorno al mismo tiempo porque 11 semanas me parecía pronto por el tamaño del feto y la dificultad de localizarlo pero, tras poner una pila nueva, decidí probar, por si acaso. Si es que a falta de ecografía necesitaba intentar recibir alguna prueba evidente de que ahí dentro hay "algo".
Así que me embadurné la tripa con aceite corporal - mejora la transmisión del ultrasonido - y tras mover el apartito por la parte inferior de mi vientre, localicé el latido en la zona izquierda, sobre el pubis. Tuve que apretar un poco y moverme un solo milímetro suponía perderlo, pero si mantenía la posición ahí estaba, como un caballo de carrera.
No puedo describir la sensación que recorrió mi cuerpo en ese momento. La emoción que sentí. Definitivamente no estoy soñando, sí, de nuevo crece una vida dentro de mi.
Pero eso no fue lo mejor. Lo mejor fue ponerle los auriculares a mis niños y que, uno a uno, pudieran escuchar el latido de su futur@ hermanit@. A los dos se les iluminó la cara de alegría. Los dos cantaron los latidos como si imitaran el compás de un reloj. Los dos sintieron la misma emoción que minutos antes había recorrido mi cuerpo. Tanto es así que desde entonces no hacen más que pedirme escuchar el corazón del bebé.
No hay nada que me haga más feliz que saber que este dulce estado también hace felices a mis hijos, que les ilusiona y emociona tanto o más que a mi. Que esperan la llegada del bebé con impaciencia, como si esperaran la llegada de los Reyes Magos.
Desde hace unos días tengo una ligera sospecha. Creo que ya siento a mi bebé. Son momentos muy puntales y es una sensación muy leve. Pero creo que no me equivoco. Y es que yo suelo tener mucho movimiento por esa zona dado mi colon irritable y mis intestinos espásticos - como decía arriba, tengo mucha sensibilidad en la zona, mis intestinos tienen movimientos espasmódicos dada su sensibilidad, se mueven al mínimo estímulo y en ocasiones se traduce en dolor de tipo cólico - así que reconozco con facilidad mis movimientos internos.
Este movimiento es diferente. Muy leve, es como un pequeño golpecito casi imperceptibe y muy breve. No es el movimiento típico de mis intestinos al que estoy acostumbrada hace ya muchos años. Así que, aunque no sea ni una vez al día, creo que ya se hace notar.
Ya me han dado los resultados de los análisis del primer trimestre del embarazo. Lo que esperaba, algo de anemia, toxoplasma negativo - después de 10 años conviviendo y criando con apego a 2 gatos, para que luego se diga - y una sorpresa: el hipotiroidismo. Me ha dado por muy poco pero me tienen que medicar empezando por la dosis mínima y control por analíticas cada 6 semanas. Ya os hablaré más a fondo del hipotiroidismo durante el embarazo y sus efectos.
Y así va mi embarazo. La próxima semana promete novedades, por fin veremos a nuestro bebé por lo que, en contra de lo habitual, desearé que este fin de semana pase lo más rápido posible. Espero traer muy buenas noticias y compartir la primera imagen oficial de Polvoroncill@.
Y entonces abriremos la porra, ¿será niño o niña?. Ya queda menos para saberlo. Y yo tengo mis sospechas.