Su elaboración es muy sencilla, por lo que para niños intolerantes al gluten o que padezcan de alguna alergia, los ingredientes pueden modificarse sin alterar el producto final.
Es una buena forma de educar a los niños a elegir alimentos saludables y a ser selectivos. Ahora lo tienen más en la mente ya que los programas de cocina de niños que hay en televisión les han abierto ésa puerta.
Es importante que prueben cosas nuevas, para que cuando digan Esto no me gusta que sea porque realmente lo han probado. Una nutrición adecuada y sana desde la infancia es necesario y muy importante para su desarrollo.
Os propongo las siguiente recetas para peques:
Polos de fruta natural
Palmeritas saladas
Galletas de almendras con chocolate negro
¿Preparados para deleitaros? ¡Allá vamos!
Con este calor, ¿Qué mejor que tomarnos algo fresquito?
Para ello, os presento una receta que es excelente para eso. Ofrece una buena forma de refrescarnos mientras nos cuidamos. Los mayores no van a tener que contar calorías y los más peques van a disfrutar preparándolos. En cualquier supermercado encontraréis moldes para hacer polos, si no encontráis utilizad cualquier vasito o recipiente que tengáis.
También se necesitan palitos de madera o plástico para sujetar el polo, sino podéis utilizar cucharillas de postre. Podéis elegir las frutas que más os gusten. Sin embargo, yo os propongo las siguientes:
Kiwis
Fresas
Uva roja
Melocotón
Zumo de naranja natural
Pelad las frutas que lo necesiten y cortadlas en dados pequeños. Exprimid unas 6 o 7 naranjas (depende de los polos que queráis hacer). No recomiendo que se le añada azúcar, porque la fruta ya tiene más que suficiente y sería una forma de aumentarle el valor calórico de forma poco saludable.
Lo que podéis hacer es utilizar miel o algún edulcorante como la estevia o lo más sencillo: Elegir las frutas más maduras.
En cada molde para polos, verted una mezcla de los dados de frutas que hayáis elegido, sin llenarlos demasiados. A continuación verted el zumo de naranja hasta el borde del molde y ponedle el palo o lo que uséis.
Ponedlo en el congelador unas 4-6 horas. Cuando estén listos, vigilad al sacarlos del molde porque el palo se os puede romper.
¡Disfrutad!
Esta receta es genial para una merienda o una cena. Si elegís la merienda, acompañadlo con una pieza de fruta o un zumo natural; si elegís la cena, acompañadlo de una ensalada verde, con distintas hortalizas para darle color (tomate, zanahoria…).
No hace falta que apuntéis nada, solo tenéis que recordar que se necesita una masa de hojaldre. Las que van refrigeradas y no congeladas, son más manejables. No es necesario añadir harina en la encimera ya que van acompañadas de un papel de horno muy fino, que evitará que se nos pegue.
Para el relleno, podéis elegir lo que más os guste, desde embutidos hasta cualquier elaboración para untar (paté, queso…). Si utilizáis derivados lácteos, intentad que sean desnatados.
Yo os dejo algunas ideas, pero sed originales:
Jamón y queso
Queso de untar y salami
Sobrasada
Paté de cualquier tipo
Atún
Una vez hayáis elegido el relleno, extenderlo bien por encima de la masa de hojaldre. Echo esto y estando la masa en horizontal, doblamos cada extremos hacia el centro, es decir, doblamos la parte de arriba hacia el centro y la de abajo hacia el centro. Cortamos en rodajas de un dedo de grosor y las vamos colocando en una bandeja de horno (usad de protector el mismo papel con el que viene la masa preparada, para evitar que se peguen y se quemen). Pintadlas con huevo batido e introducirlas en el horno precalentado a 180º. Tardan unos 10 minutos pero es importante que estéis pendientes.
Qué bonito y qué rico!
Necesitaréis éstos ingredientes:
250 gr de almendras
100gr azúcar glas
2 claras de huevo
Cacao en polvo
Chocolate de cobertura o pepitas de chocolate negro
En un bol ponemos las almendras previamente trituradas o picadas, el azúcar y el cacao. Lo mezclamos todo muy bien. Incorporamos las claras de huevo y seguimos mezclando.
Cuando se haya hecho una masa que no se nos pegue en las manos, con la ayuda de una cuchara, hacemos bolitas y las disponemos encima de una bandeja de horno.
Recordad de cubrir una bandeja de horno con papel vegetal o algo similar para que no se nos peguen las galletas. Si se prefiere trabajar con pepitas de chocolate, hay que añadirlas en último lugar, cuando la masa esté lista, pero si preferís el chocolate de cobertura, hay que hacer lo siguiente: Cuando las galletas estén listas y se hayan enfriado, derretid el chocolate en el microondas, y de una en una, id sumergiéndolas en la preparación hasta que queden bien cubiertas.
De las dos formas están riquísimas. También podéis dividir la masa en dos partes y hacer dos tipos de galletas, unas con pepitas y otras con chocolate de cobertura.
¡Imaginación al poder!
Espero que introduzcáis (si no lo habéis hecho ya) a vuestros niños en la cocina.
Es importante transmitirles hábitos de vida saludables y no hay mejor forma de hacerlo que dejar que los preparen ellos mismos. Que se mezclen en todo el proceso de una alimentación saludable, desde la compra de alimentos sanos hasta su elaboración .
Pierde el miedo a dejar que tu peque te ayude en la cocina y empieza a disfrutar de una nutrición saludable cómo una experiencia más en familia. No te arrepentirás y tus hijos no lo olvidarán fácilmente.
¡Salud! Y disfruta de un verano delicioso en compañía de los más pequeños!.
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