La planificación de la dieta de bebés y niños es fundamental para que puedan crecer y desarrollarse de forma sana, así como para mejorar su concentración. Muchos son los padres que nos preocupamos porque pensamos que nuestros hijos no comen bien o creemos que estamos haciendo algo incorrecto.
Para evitar esa sensación angustiosa, en primer lugar hay que organizase y tener en cuenta que hasta los seis meses de edad, la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo recomienda la lactancia materna para la alimentación del niño. Es, a partir de ese momento, en el que se pueden ir introduciendo alimentos y bebidas, poco a poco.
Nuevos alimentos, poco a poco
Los tres primeros años del niño son fundamentales para su correcto desarrollo y la adquirión de hábitos alimenticios correctos. En esta fase irán probando, paulatinamente, todo tipo de alimentos. Papillas de cereales y frutas serán los primeros que incorporemos y, posteriormente, se podrán añadir los demás. Además, a partir de los 24 meses, podemos implementar preparados lácteos como Blemil Plus, que se adaptan a la capacidad digestiva y renal de los niños de corta edad, procurándoles una dieta equilibrada y óptima para su desarrollo físico y mental.
En muchas ocasiones nos encontraremos con un niño mal comedor. ¿No quiere pescado? ¿Rechaza las verduras y legumbres? Son casos de lo más comunes. Nunca debemos dejar de intentar que poco a poco vayan probando estos alimentos y se acostumbren, pues son esenciales en la dietas, pero siempre nos podemos apoyar en complementos alimenticios como Vitafos Junior, que ayuda a cubrir las necesidades energéticas y nutricionales en esos casos en los que la dieta no es suficiente. Este complemento es apto para niños de entre 1 y 10 años de edad.
Paciencia e ideas divertidas
Para que la alimentación de bebés y niños sea la más adecuada, en primer lugar, no debemos desesperarnos. Todos en nuestra niñez hemos rechazado algún alimento que en la actualidad nos encanta. Por eso, tendremos que recurrir a la paciencia para que los pequeños vayan asimilando el nuevo mundo de los sabores.
Si nos resulta muy difícil que nuestros hijos coman bien, lo primero es asistir al pediatra y comunicárselo. A día de hoy contamos con complementos nutricionales con todo lo que nuestros pequeños necesitan para su óptimo desarrollo, como proteínas, taurina y colina, hidratos prebióticos y probióticos, nucleótidos, así como vitaminas y minerales.
Como complemento, podemos servirnos de ideas divertidas para que nuestros hijos vayan asimilando mejor los alimentos y no les cueste tanto comer bien. Por ejemplo, hacer tortilla de judías verdes para “camuflar” las verduras que no les gustan tanto o animarles a comer con juegos como el famoso avión-tenedor, pueden ser una gran ayuda en momentos puntuales. También podemos hacer uso de los complementos como Vitafos Junior para enriquecer purés de verduras o cremas, aumentando su valor calórico sin incrementar el volumen, en aquellos casos en los que el niño es mal comedor y la dieta no es suficiente.
Aunque la adecuada nutrición de bebés y niños nos puede parecer un mundo, si nos organizamos adecuadamente, y tenemos en cuenta algunos consejos como las ideas divertidas, no tiene porque ser un problema. Pronto veremos como nuestros hijos crecen sanos y se van haciendo a todo tipo de alimentos.