Plan cena y cine.Desde la llegada del niño alguna vez vamos al cine, cuando echan alguna película que nos hace mucha gracia verla en la pantalla grande, incluso ya hemos podido ir a ver alguna película con el peque, pero ya se sabe, películas de dibujos (que me encantan, pero no son el único género que me gusta). Además combinábamos ir a cenar fuera con sesión de cine, y eso molaba :)
Levantarme a la hora que me dé la ganaEso ya es historia jajaja, alguna vez me quedo más en la cama y su padre se hace cargo del culpable, pero no es lo mismo. Hablo de esos sábados/domingos, en los que me despertaba, y me quedaba vagueando en la cama 1 hora, con la tele, jugando con el móvil o simplemente disfrutando de que sabía que el despertador no me iba a sonar.
Llegar puntualCon niños el tiempo parece que pasa distinto, intentas llegar a la hora, pero el niño no siempre quiere vestirse, o ir a hacer pipí, etc. simplemente no tienen el mismo conocimiento que nosotros, y por supuesto, no entienden de prisas. Así que si el niño "se pone tonto" y te complica un poco el proceso, seguro que llegas tarde.
Poder ver cualquier tipo de programa o película en casaDesde que el niño empezó a prestar un mínimo de atención a lo que teníamos puesto en la tele, empezamos a regular qué se podía ver y qué no. Siempre evitamos que vea ciertas imágenes que no le aportan nada bueno, ya sea una película con violencia, muerte, o incluso las noticias.
Flexibilidad horariaA mi me gusta comer pronto y cenar pronto, y sobretodo seguir un horario. Pero si por ejemplo, por alguna circunstancia, comemos un día a las 15h, pues hombre, es una faena, pero no me preocupa más de lo necesario. Esto antes de tener al enano. Ahora, eso es impensable, él debe seguir una rutina de comida y sueño, y me gusta respetar sus horarios. A pesar de que puntualmente pueda pasar que coma o duerma más tarde, cuando esto pasa, no me gusta nada.
¿Y vosotros echáis algo de menos que no haya puesto en la lista? Ufff seguro que me dejo cosas... jejeje
P.D.: Por muchas cosas que eche de menos, ya no cambiaría mi vida por nada del mundo.