El lunes, aprovechando que en Madrid era fiesta, nos fuimos a por níscalos para disfrutar del día tan bueno que hacía. Hay pocas cosas que me gusten más en otoño que ir a coger níscalos. Aclaro, para los que viven allende los mares, que el níscalo (mízcalo o robellón) es una seta comestible que crece, fundamentalmente, en zona de pinares. No recuerdo la primera vez que fui a por ellos, debía ser muy pequeña, por eso tengo clarísimo como son y donde encontrarlos, sin meter una seta venenosa por el camino (algo por cierto le preocupa mucho a mi suegra). No sabes la satisfacción que da ir paseando entre pinares y descubrir una montañita con sorpresa. Lo que más ilusión me hace es que la Princesa ya los tiene perfectamente interiorizados y rara es la vez que se equivoca.
Y otra cosa más a su favor, es lo rico que están. Me encanta cocinarlos y mucho más comerlos. Te cuento como los he hecho esta vez.
INGREDIENTES (para 4 personas)
300 gr de espaguetis
300 gr de Níscalos
2 dientes de ajo
50 grs. de jamón serrano
Mantequilla
Aceite
1 Guindilla pequeña
Perejil
Sal PREPARACIÓN
Empezamos cociendo la pasta con agua, sal y un chorrito de aceite de oliva. Lo dejamos el tiempo que indique el fabricante.
Mientras, limpiamos bien los níscalos (yo tengo un cepillo de dientes para eso) y los troceamos. A continuación, laminamos los ajos y los sofreíamos. Cuando empiecen a estar dorados, echamos la guindilla (si no te gustan muy picantes, la puedes incorporar al final) y después el jamón cortado. Sin que pase un minuto añadimos los níscalos y dejamos que se cocinen en el jugo que sueltan. Aprovechamos entonces para escurrir la pasta y la rehogamos con un poco de mantequilla.
Cuando se haya consumido casi todo el líquido de los níscalos, es el momento de emplatar. Primero los espaguetis, después los níscalos y terminamos con perejil picado. Yo, como soy muy quesera, le añado queso para pasta, pero eso es al gusto. Te prometo que están riquísimos. Y tú, ¿te gustar ir a por setas? ¿cómo las cocinas?¡¡¡FELIZ VIERNES!!!