Resulta que te llevas a tu bebé a hacer las compras de la casa, ya estás terminando con todo lo de la lista, pero de repente ves que sus ojitos están totalmente concentrados mirando a un punto fijo, le brillan asombrosamente y los abre de una manera que pareciera que se van a salir de su órbita. Por fin logras ver qué fue lo que llamó tanto su atención. El súpermegarecontradoble estupendo juguete que tanto anuncian en la TV.
Él realmente no lo necesita, tiene demasiados juegos olvidados en la casa. pero él lo quiere, y lo quiere y lo quiere.
A ti apenas te queda para completar lo de la lista. Pero su insistencia, su lloriqueo, su forma de mirarte, hablarte o de gritarte están a punto de hacerte dejar el mercado botado y llevar el bendito juego a casa con tal de tener «feliz» a tu retoñito.
Tú: ¿Qué tipo de madre eres?
A) Le hablas con mucha paciencia
Explicándole la razón de porque no pueden comprarlo en ese momento y terminas de hacer las compras sin ningún tipo de culpa o malestar.
B) Lo gritas, en frente de todo el mundo
Amenazándolo con un «cállese o le doy para que llore por algo«.
C) Se lo compras para evitar cualquier tipo de trauma al niño
Para evitar más peleas con él en la casa. Tal vez tu niño de 12 años, lleva semanas sin dirigirte la palabra porque no le diste el gusto en algo y ésta es tu oportunidad para arreglar las cosas, y que por fin te perdone por lo mala madre que has sido.
Todos los padres tenemos diferentes formas de criar y de malcriar a nuestros niños. Algunas son buenas formas, otras no tanto. Pero lo que sí es claro es que cada forma o estilo de crianza trae consecuencias a futuro para ellos mismos y claro está para nosotros.
Por eso quiero que hablemos de los diferentes tipos de crianza y sus consecuencias. Y que al final hagas un análisis de todo esto y te preguntes…
¿Qué tipo de madre eres?
Tres diferentes tipos de padres
Padres Permisivos
Bueno te la pongo así, son aquellos padres que rompieron el cascarón por sus hijos. Aquellos que no les permiten hacer absolutamente nada por miedo a que el esfuerzo los lastime de alguna manera.
Normalmente son los hijos los que controlan a sus padres, obligándolos a hacer cuanto a ellos les parezca.
Son niños que crecen sin los límites necesarios para formarse, y que tristemente a medida de su crecimiento van formando conductas que lastiman y destruyen lo que se ponga a su paso. Su familia, su entorno y sobre todo a sí mismo.
Padres Dominantes
Literalmente es un régimen militar en casa. Todo está absolutamente prohibido.
Son los padres que imponen reglas demasiado estrictas, todo debe ser como ellos dicen y esa es la forma correcta (según ellos). Pedir permiso para cualquiera en la casa es una misión totalmente imposible. Ninguna regla impuesta debe ser rota porque o si no habrá graves consecuencias.
Los hijos de estos padres son:
1. Niños inseguros, que crecen con terror a salir a enfrentar al mundo, llenos de miedos y traumas. Cuando sus padres falten, estos tendrán una autoestima demasiado baja, y tal vez no sabrán ni cómo criar a sus propios hijos.
2. Personas que serán exactamente igual a sus padres, autoritarios y dominantes en todas las áreas de sus vidas, creando así una cadena de dolor, miedo e infelicidad en la vida de sus generaciones.
3. Seres humanos que apenas puedan probar algo de libertad, se aprovecharán de esto, cometiendo grandes e irremediables errores en sus vidas.
Padres Democráticos
Son aquellos padres que confían en las capacidades de sus hijos, aún desde muy pequeños. Pues siempre han sido padres presentes que les han brindado las herramientas precisas a sus hijos para defenderse en cualquier situación de sus vidas. Saben en qué medida y en qué momento dar responsabilidades y libertad a su peques.
Los hijos de estos padres crecen con una autoestima muy fuerte, seguros de sí mismos. Capaces de enfrentar cada situación que tengan que vivir, y personas totalmente respetuosas de su familia, su entorno y consigo mismos.
Definitivamente criar es una tarea muy compleja
Te invito a leer como «Criar adolescentes y no morir en el intento»
Y definitivamente se debe llevar a cabo en equipo, no hablo sólo del matrimonio como tal que sé que es demasiado importante, sino entre padres e hijos.
Seas madre soltera, casada, viuda o divorciada, la crianza de nuestros hijos siempre recaerá sobre nuestros hombros.
Pero nunca tengas miedo jamás de tus hijos, tampoco les infundas temor a ellos hacia ti.
Ámalos, respétalos, bríndales las herramientas que tanto necesitan para defenderse siempre.
Quédate a su lado tanto como ellos te lo pidan (no lo harán solo con palabras) Y disfrútalos siempre. Lo que más puedas, se ese tipo de madre con el que sueñan todos.
Y ahora si la pregunta:
¿Qué tipo de madre eres?
Hasta la próxima