¿Qué es el Síndrome de Raynaud?
Es un trastorno de los vasos sanguíneos en el que falta el riego sanguíneo a las zonas más distales del cuerpo, principalmente a los dedos de las manos y de los pies, aunque también puede afectar a las orejas, a la punta de la nariz y a los pezones.
Durante la lactancia materna, una mala posición o un frenillo corto puede causar Síndrome de Raynaud debido a la poca movilidad que tiene la lengua. El pezón se queda sin circulación sanguínea por la succión sorbedora y por el exceso de presión sobre la base del pezón.
La punta del pezón cambia de color, normalmente blanca al finalizar la toma, después morada y luego rosada. La sangre vuelve de golpe y el color sube.
La madre siente que le arden los pezones. Empeora mucho con el frío y mejora con calor local. El miedo y el estrés también hace que empeore la situación, por eso es importante estar tranquila, no tener miedo y suspirar profundamente antes de cada toma.
¿Cómo solucionar el Síndrome de Raynaud?
Es importante mejorar la posición del bebé al pecho y consultar con un pediatra especializado en anquiloglosia para tratar ese frenillo corto.
Las posturas verticales pueden ser útiles ya que el bebé abre mucho la boca: postura biológica, caballito, etc.
Es recomendable aplicar calor seco inmediatamente antes e inmediatamente después de cada toma, mejor que no pase ni un segundo desde que el bebé suelte el pecho. Para aplicar calor seco podemos coger un calcetín suave, llenarlo de arroz y calentarlo en el microondas unos instantes.
También se recomienda tomar bebidas calientes (evitando el té y el café) antes de dar el pecho y amamantar en lugares cálidos.
Si las medidas físicas no funcionan, es recomendable consultar con un médico para pautar tratamiento farmacológico.
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