La parte positiva de esta prueba es que no hace falta ir en ayunas, tampoco te pegues un atracón para desayunar. Un café, vaso de leche o zumo y al centro de salud (edito: depende del centro de salud, a mí no me hicieron ir en ayunas pero me están comentando otras mamis que a ellas sí que les tocó ayunar). La parte negativa, lo malísimo que está el líquido.
Una vez llegas a tu centro de salud a la hora citada, te dan un bote que contiene 50gr de glucosa, sabe a naranja o limón (aunque en mi centro de salud sólo tienen de naranja) y te lo tienes que tomar en 15 minutos. Parece fácil, pero está realmente malo. Muy dulce, más que la miel y según vas tomándotelo notas como la garganta se te va "irritando". Una hora después de habértelo tomado, te sacan sangre y a casa! pero durante esa hora de espera no puedes hacer nada, sólo te dejan ir al baño, nada de paseos, quieta en la sala de espera sin comer ni beber nada. Vamos, un aburrimiento.
Una semana después ya tienes los resultados esperándote. Si el nivel de azúcar en sangre es igual o superior a 140 mg/dl, el test ha dado positivo y tienes que realizarte otra prueba para confirmar o descartar la diabetes gestacional. Y eso fue lo que me pasó a mí.
El día que me hice el test O’Sullivan salí del ambulatorio convencida de que me daría positivo. ¿Por qué? Por cómo me encontraba. En el embarazo de Doña Cuchufleta me tomé el líquido ese bastante bien. Estaba malo, sí, pero en unos 10 minutos y sin ningún esfuerzo me lo bebí. En esta ocasión no podía con él. Tenía la sensación de que si pegaba un trago más, acabaría vomitando todo y tardé unos 20-25 minutos en bebérmelo. Además, en el anterior embarazo luego pasé la mañana y el día muy bien, pero ahora me notaba como si se hubiese subido el azúcar a la cabeza, el malestar me duró todo el día y apenas comí. Así que cuando una semana después fui a la matrona a por los resultados, el positivo no me sorprendió.
Ahora tocaba hacerme la prueba "larga" o Test de Tolerancia a la glucosa (TTOG). Esta vez sí que tenía que ir en ayunas y preparada para pasar tooooooooooooda la mañana en el hospital. En este test, te sacan sangre nada más llegar y te vuelven a dar el liquidito ese "tan rico" pero esta vez con 75gr. de azúcar para que te lo tomes en 10 minutos. Después te sacan sangre 1h, 2h, y 3h después de habértelo tomado. Tras la última extracción ya te puedes ir a casa. Vamos, que son 4 pinchazos y si llegas a las 8:00 al hospital, entre que te sacan sangre la 1º vez, te bebes el líquido y te sacan sangre las otras 3 veces, hasta las 11:15-11:30 no te vas de allí. otra vez, entre extracción y extracción te toca esperar quieta en la sala de espera. ¡Aburrimiento elevado al cuadrado!
Al día siguiente ya se tienen los resultados. Si sólo sale una de las cifras positiva puede suceder dos cosas: bien te toque repetir más adelante, o bien el ginecólogo o la matrona sólo te pidan que hagas unos pequeños cambios en tu dieta y un poco de ejercicio. Pero si hay dos o más cifras positivas, se te diagnóstica de diabetes gestacional y entonces sí que hay que seguir una dieta y un tratamiento ya que tener diabetes en el embarazo está relacionado con aumento del líquido amniótico, cesáreas, bebé con problemas de azúcar, obesidad en el bebé a largo plazo, diabetes,…
Pero es posible que el Test O’Sullivan dé un falso positivo. Es decir, Test O’Sullivan positivo y TTOG negativo. Eso es lo que me pasó a mí y, nuevamente, supe que iba a pasar. Lo supe porque esta vez no tuve el subidón ese de azúcar a la cabeza, me encontraba fenomenal y con un hambre voraz! Me pasé el día comiendo. Así que por suerte no tengo diabetes y puedo seguir comiendo todo lo que quiera!
Y vosotras ¿cuáles han sido vuestras experiencias con la prueba del azúcar?